¡Que vienen los chinos!
Todo empezó con la electrónica y los ordenadores. China se convirtió en la fábrica del mundo. Pero no se quisieron quedar ahí: China quiere ir mucho más allá que fabricar para marcas occidentales. Mediante planes estratégicos y un apoyo constante de la administración, se ha posicionado como líder mundial en muchos campos: placas solares, baterías, coches eléctricos o aerogeneradores.
Pero, aunque el "Made in China" lleva años formando parte de nuestras vidas, no habíamos tenido una presencia directa de sus marcas en nuestro día a día, especialmente en productos de tecnología punta. Eso, sin embargo, está cambiando muy rápidamente.
Primera ola: TikTok y su algoritmo adictivo
Primero fue TikTok. ByteDance lanzó una red social mucho más adictiva que las existentes, donde hemos visto cómo algunos influencers incluso arriesgan su vida para conseguir más seguidores. Gobernada por un algoritmo que hace viral de manera meteórica los contenidos populares, TikTok ha generado más influencers, más presión para obtener likes y seguidores, y un fenómeno cultural sin precedentes. A pesar de los intentos de prohibirla o convertirla en una empresa americana, TikTok sigue aquí, más popular que nunca.
Segunda ola: Temu, Shein y los precios imposibles
Después llegaron Temu y Shein, revolucionando el mercado online con precios imposibles. Estas empresas explotaron todas las lagunas legales, como la importación directa sin gastos, y han redefinido las cadenas de producción, haciendo el fast fashion aún más rápido, el super-fast fashion. Zara tardaba semanas o meses; Temu y Shein lo hacen en días.
También hemos visto el aterrizaje de los coches chinos: vehículos con calidad equiparable o superior a los occidentales, beneficiados por el control casi total de la producción de baterías. Con el 80% de las baterías fabricadas en China, y desarrollando las tecnologías más avanzadas en baterías de sodio o estado sólido, los coches eléctricos chinos han llegado para quedarse.
Tercera ola: 'deep tech'
Pero ahora estamos ante una tercera ola. Si primero fue el "Made in China" y la la entrada en sectores estratégicos como la energía solar o el automóvil, esta tercera ola se caracteriza por la entrada en las tecnologías más avanzadas a las que muy pocos tienen acceso.
Ya no se trata solo de coches eléctricos. En ciudades como Wuhan, Shanghái o Shenzhen, proyectos como Apollo de Baidu tienen cientos de coches funcionando de manera autónoma, realizando miles de viajes semanales. Están desarrollando su propio Hyperloop, ese tren futurista que Elon Musk soñaba: viajando cerca del vacío a más de 1.000 km/h, con conexión wifi y 5G. Pronto será una realidad en China.
También están probando aviones auto-conducidos para carga en regiones remotas, y tienen pilotos de taxis aéreos autónomos en las grandes ciudades. En el campo de las centrales nucleares pequeñas y seguras, también están empezando a destacar, especialmente por la parada en seco de estos proyectos en Occidente.
Modelos de lenguaje que competirán con los mejores
Y ahora se está haciendo evidente su capacidad para competir con los mejores modelos de lenguaje de occidente, como el o1, el GPT-4 de OpenAI o el Claude 3.5 de Anthropic. Empresas como DeepSeek o Kai-Fu Lee con 01.ai, e incluso Alibaba con sus modelos open source, están generando tecnología competitiva a partir de el financiamiento masivo y el total apoyo de las universidades chinas.
Estos modelos ya compiten cara a cara con los mejores occidentales, y si, modelos como DeepSeek hablan español, catalán, etc. ... no solo inglés y mandarín.
Un cambio de paradigma
Estamos viviendo un cambio de paradigma. Ya no se trata de hacer mejor y más barato lo que otros ya hacen; se trata de hacer lo que no está a nuestro alcance. Esto conlleva implicaciones claras: buscar una posición de monopolio u oligopolio en nuevas tecnologías para minimizar cualquier barrera de entrada. Al final, solo tendremos dos opciones: comprar productos americanos o comprar productos chinos, y los chinos serán obviamente más baratos.
¿Podemos establecer regulaciones? ¿Podemos evitar que la innovación china nos gane? El pasado a menudo es un reflejo del futuro. Lo que hemos visto con Shein, Temu, TikTok... ¿por qué debería ser diferente con los coches auto-conducidos o con DeepSeek y 01.ai?
El deep tech mundial estará polarizado entre EE.UU. y China, mientras Europa ni está ni se la espera. Está en nuestras manos cambiar esto, pero la ventana de oportunidad se está cerrando y cada vez es más difícil alcanzar el umbral necesario para competir. Algunas empresas de aquí como Cuatrecasas, CaixaBank, BBVA, y todas las multinacionales lo han entendido; ahora es urgente que el resto, especialmente el sector público, comprendan la importancia de no dejar escapar esta disrupción.
Recordemos que después de una disrupción tecnológica de propósito general como internet o los smartphones o la IA generativa, solo quedan dos tipos de empresas: las que la han adoptado, y las que están muertas, no queda nadie que no utilice internet, smartphones y no quedará nadie que no use la IA generativa.