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Imposible esquivar la IA

El Nacional.cat | | 4 minutos de lectura

Este noviembre hará dos años que se produjo el estallido de la inteligencia artificial generativa, con el anuncio de OpenAI que sacudió el mundo. Durante este tiempo, hemos visto todo tipo de anuncios: desde los que nos advertían del fin del mundo y de la democracia, hasta los que preveían que internet estaría lleno de "fakes" y aquellos que anunciaban el fin del trabajo. Sin embargo, los usos más habituales han sido traducir textos, mejorar la escritura de artículos, hacer trabajos escolares, contestar los correos electrónicos que no querías contestar, con amabilidad y educación, y la inevitable sucesión de imágenes de gatos y gente con poca ropa.

Alguien podría pensar que podríamos esquivar la IA generativa. ¡Pero no será así!

Paralelamente a esta rápida adopción personal, probablemente la más rápida en la historia de la humanidad, observamos una masiva adopción corporativa en las empresas líderes, con una oferta de productos que está redefiniendo las reglas de la competencia.

Todo esto es diferente a olas tecnológicas anteriores. En la época de internet predominaban los efectos red, la conectividad entre personas, su relevancia y reputación. En ese tiempo, la expansión de la conectividad, el número de seguidores y la reputación virtual eran lo que prevalecía. Ahora es la capacidad de cálculo, y todo es mucho más individual. Esto no quiere decir que no haya efectos red ni procesos de estandarización que permitan dominar el mercado; los hay. Pero lo relacional ha sido suplantado por la computación.

Si no hemos visto una avalancha masiva de productos y mejoras, es porque la IA generativa aún es cara. Ofrecer un servicio es muy costoso y no se puede financiar solo con anuncios. Este es un tema que se está resolviendo por muchas vías, gracias a numerosos esfuerzos. Como muestra, el GPT-4o es 12 veces más eficiente que el GPT-4, Nvidia ha multiplicado por 1000 la capacidad de computación (TFlops) de sus procesadores en los últimos 8 años, y ha mejorado 350 veces su eficiencia energética.

Sin embargo, si miramos a nuestro alrededor, veremos cómo muchas empresas, universidades y administraciones parecen al margen de todo esto, como si quisieran esquivar la IA generativa. ¡No podrán!

El futuro se desplegará en tres frentes:

Primero, la mejora de los modelos genéricos. Actualmente, operan al nivel de un universitario terminando la carrera, o un poco más. Pronto los veremos operar al nivel de un doctorando o un profesor universitario. Esto cambiará significativamente la situación, ya que será como pasar de jugar con un programa al que aún puedes ganar a menudo, a competir con uno al que difícilmente ganarás jamás.

En segundo lugar, las aplicaciones sectoriales. Durante estos dos años, hemos visto cómo se han creado modelos específicos para la abogacía, la consultoría, los CRMs, el servicio al cliente, la medicina, los tutores educativos y muchos más. Estos modelos comenzarán a ganar terreno en cada uno de sus campos y los transformarán. Trabajar de abogado, ser consultor o enseñar programación, data science, finanzas o marketing no volverá a ser nunca lo mismo.

Finalmente, veremos la invasión de nuestra vida cotidiana. Los smartphones funcionarán con IA generativa, así como los ordenadores, los procesadores de texto, las hojas de cálculo y hasta las televisiones. ¡Todo!

Este proceso ya lo hemos visto antes con otras tecnologías genéricas. Primero aparecieron los PCs, y finalmente no podías ni vivir ni encontrar trabajo sin saber usar uno. Lo mismo con Internet; si no sabes usar Internet, prácticamente no puedes hacer nada. Y lo mismo con los smartphones. No será diferente en el caso de la IA generativa.

Los efectos en la productividad, el trabajo y la innovación serán diversos. Pero tenlo claro: no podrás esquivar la IA generativa, solo podrás llegar tarde... y eso, como todo, no es gratis.