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Lecciones de gestión desde la cancha

Expansión | | 7 minutos de lectura

Los Juegos Olímpicos de París 2024 han sido el escenario donde Estados Unidos ha vuelto a demostrar su dominio en el baloncesto, logrando el oro por octava vez en la categoría femenina y, por quinta, en la masculina, lo que la consolida como potencia indiscutible en este deporte. Detrás de estos triunfos están dos figuras claves: Cheryl Reeve, entrenadora del equipo femenino y Steve Kerr, del equipo masculino. Ambos, no solo han llevado a sus equipos a la gloria, sino que han dejado lecciones profundas que trascienden la cancha y que son aplicables a la gestión en el ámbito de las organizaciones. 

El liderazgo de un equipo de baloncesto de élite requiere un conjunto de competencias que se asemejan mucho a las habilidades necesarias para liderar equipos en el mundo empresarial. A diferencia de los entrenadores de deportes individuales, quienes se centran en maximizar el rendimiento de un único atleta, los entrenadores de baloncesto deben guiar a un equipo completo, donde cada miembro juega un rol específico que contribuye al éxito colectivo. 

Una de las primeras competencias clave es la de tomar decisiones bajo presión. En el baloncesto, los entrenadores deben tomar decisiones rápidas y precisas en momentos críticos, una habilidad que es vital en el management. Durante los partidos de los Juegos Olímpicos de París, tanto Kerr como Reeve demostraron una capacidad inigualable para ajustar las estrategias sobre la marcha, respondiendo a las dinámicas cambiantes del juego. Este tipo de adaptabilidad es esencial para los líderes empresariales, quienes deben ser capaces de tomar decisiones difíciles cuando las circunstancias lo exigen. 

Tanto Reeve como Kerr han demostrado habilidad a la hora de gestionar el talento y motivar a sus equipos. Reeve es reconocida por saber crear un ambiente donde las jugadoras sienten un profundo compromiso con el equipo. “Si quieres ganar, tienes que estar dispuesta a hacer lo que sea necesario, incluso si eso significa sacrificios personales por el bien del equipo”, afirma la entrenadora de la selección femenina. Por su parte, Kerr es conocido por su enfoque inclusivo y suele decir: “El talento gana partidos, pero la inteligencia y el trabajo en equipo ganan campeonatos”. Los dos resaltan la importancia de construir una cultura donde cada jugador entienda su rol, se sienta valorado y como miembro tenga conciencia de interdependencia e identidad de equipo. Ambos enfoques son directamente aplicables a los dirigentes que lideran equipos de alto rendimiento en las organizaciones.

Un aspecto fundamental en el baloncesto y en el liderazgo empresarial es la capacidad para crear y mantener la cohesión del equipo. Kerr ha sido particularmente efectivo en crear un entorno donde la colaboración y la comunicación abierta son la norma. “El éxito del equipo no trata sobre lo que haces tú solo, sino sobre cómo lo hacemos juntos”. Del mismo modo, Reeve ha destacado por su habilidad para construir equipos donde la confianza y el apoyo mutuo son los pilares, un enfoque que es crucial en cualquier empresa que aspire al éxito sostenible.

Los valores del baloncesto 

Estimular la orientación a la excelencia es un valor que está profundamente arraigado en el baloncesto y que es igualmente importante en la gestión de empresas. Los equipos que aspiran a la grandeza en el baloncesto, como los dirigidos por Kerr y Reeve, no se conforman con el statu quo; siempre buscan mejorar, innovar y superar sus propios límites. Este compromiso con la excelencia es importante que los líderes empresariales sepan activar y mantener en sus equipos. 

Asimismo la resiliencia es otro valor clave que se observa en los ganadores del baloncesto. En las Olimpiadas de París 2024, ambos equipos estadounidenses enfrentaron desafíos significativos, pero supieron recuperarse de los contratiempos con determinación. Reeve ha resaltado la importancia de la resiliencia, diciendo: “El éxito no solo se mide en títulos, sino en la capacidad de un equipo para unirse y superar la adversidad”. En el mundo empresarial, la resiliencia es igualmente crucial, ya que los fracasos son una oportunidad de aprendizaje y los desafíos son inevitables. Los líderes deben ser capaces de mantener la moral alta y guiar a sus equipos a través de tiempos difíciles hacia la recuperación y el éxito. 

Y por último, la colaboración es esencial para el éxito. Los equipos que logran la victoria son aquellos que dominan el arte de trabajar juntos, maximizando y complementando las fortalezas de cada jugador. Ambos entrenadores han mostrado la capacidad de integrar a jugadores jóvenes con veteranos experimentados. En el ámbito empresarial fomentar una cultura donde la colaboración fluya naturalmente, donde las diferencias y la diversidad sea un valor reconocido y enriquecedor creando un clima en el que se logre que los equipos de trabajo sientan que trabajan en equipo.

El secreto de su éxito 

Desde luego el éxito no es fruto de la casualidad, sino el resultado de una combinación de factores. Además de los ya mencionados, identificamos el énfasis que ambos entrenadores han hecho sobre la importancia de la preparación y la estrategia. Los entrenamientos no solo se enfocaron en el aspecto físico, sino también en la táctica. “Cada detalle cuenta, no puedes dejar nada al azar”, dijo Reeve en una conferencia de prensa después de la final. Este enfoque meticuloso es directamente aplicable al management, donde la planificación y la preparación exhaustivas son esenciales para el éxito.

La cultura de la victoria y el logro que han cultivado ambos entrenadores es un factor determinante en el éxito continuo de Estados Unidos. Este tipo de cultura no solo se enfoca en ganar, sino en cómo ganar. Kerr resalta la importancia de jugar con integridad y respeto, valores que también son fundamentales en el liderazgo empresarial. 

Un ejemplo notable de cómo estos aprendizajes del baloncesto se pueden aplicar en la gestión empresarial es el de Phil Jackson, el legendario entrenador de los Chicago Bulls y Los Angeles Lakers, quien es famoso por su enfoque filosófico y por manejar con éxito equipos formados por estrellas. Jackson, conocido como El maestro zen, a menudo utilizaba técnicas de mindfulness y liderazgo colectivo para unir a sus jugadores. “El liderazgo no consiste en dar órdenes, sino en empoderar a los demás para que tomen las decisiones correctas por sí mismos”.

En el ámbito de la organización, una líder que ha adoptado un enfoque similar es Indra Nooyi, ex-CEO de PepsiCo. Nooyi es conocida por su capacidad para inspirar y motivar a su equipo, adoptando un enfoque inclusivo y empoderador que ha llevado a PepsiCo a ser una de las empresas más innovadoras. Nooyi entiende que el verdadero liderazgo implica cultivar una cultura donde cada miembro se sienta capaz de contribuir al éxito colectivo.

frece un amplio campo de lecciones para el management. La comunicación, la adaptabilidad, la resiliencia y el compromiso con la excelencia son competencias y valores que, cuando se aplican de manera consistente, pueden llevar a cualquier equipo al éxito. Como han demostrado los triunfos de EEUU en los JJOO de París 2024, el liderazgo efectivo es una combinación de estrategia, cultura, y la capacidad de inspirar a los demás para que den lo mejor de sí mismos. Estos principios son universales y deben ser el norte que guíe a cualquier líder en su búsqueda del éxito.