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Sorpresas de última hora

El Correo | | 3 minutos de lectura

Los días finales de la campaña se han llenado de improvisaciones, nervios y noticias inesperadas. Parece que el empate en las encuestas en los estados indecisos se puede decidir a favor de Donald Trump, pero los republicanos no las tienen todas consigo. Por eso han decidido echar el resto en Carolina del Norte, un territorio en el que en teoría iban a ganar seguro (solo Barack Obama consiguió darle la vuelta). Trump ha protagonizado varias visitas este fin de semana e incluso hoy mismo. Le preocupa que le salpique el escándalo del candidato a gobernador de su partido, Mark Robinson, un afroamericano al que, entre otras barbaridades, no le parece mal la vuelta a la esclavitud.

El aspirante republicano se arrepiente de haberlo comparado en su día con Martin Luther King y se distancia de él todo lo que puede. En Georgia, un estado en el que los republicanos también tienen posibilidades ciertas de victoria, hay señales de un aumento del voto demócrata. En Iowa, territorio sólidamente conservador, algunas encuestas dan de repente a Kamala Harris una ventaja del 3%.

Ninguna de estas tendencias se apoya en muestreos suficientes y realmente son rumores. A cambio, los datos económicos sobre empleo han empeorado en octubre, una mala noticia para Harris, pero la confianza de los votantes en ella como la mejor gestora de la economía ha subido y por fin gana a Trump en este apartado.

El republicano no se desenfunda en los mítines de cierre de campaña de un abrigo negro muy largo que le hace parecer un personaje de película tenebrosa. Ha depositado su sufragio ya en Florida, asomándose a ver lo que votaba su mujer en la mesa de al lado con mirada de preocupación.

Kamala Harris ha decidido hacer de su risa fácil, tan criticada por los republicanos, una bandera. Ha aparecido por sorpresa en el programa de humor ‘Saturday Night Live’ para dialogar con la actriz que interpreta su doble, pasárselo bien y proyectar alegría. En muchas grandes empresas de Wall Street se espera la victoria de Trump y se preparan para invertir en los sectores a los que beneficiaría. Pero por primera vez un candidato republicano no ha conseguido atraer numerosas donaciones a su campaña de la América corporativa.

El peor escenario del próximo miércoles sería el de la falta de claridad en el resultado. Esto puede suceder si se demora el recuento de unos miles de votos en un estado indeciso, una situación que enseguida acabaría en los juzgados. Esperemos que el caos y la confusión no sean las noticias más destacadas del resto del mes de noviembre.