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Lecciones de Japón: el futuro de las escuelas de negocios

ON Economía | | 5 minutos de lectura

Estas vacaciones hemos estado en Japón, parece que no éramos los únicos, ¡muchos compatriotas también fueron!

Como no podía ser de otra manera, aprovechamos para ver a nuestro amigo Jorge Calvo, un tarraconense que es vicedecano de Globis, la escuela de negocios más grande de Asia. Probablemente no la conozcan porque es una escuela de enseñanza, no hacen investigación y no está en los rankings, pero no solo es la más grande en número de alumnos, sino probablemente la más innovadora de Asia.

Allí tuvimos la oportunidad de ver en qué están trabajando y cuáles son sus propuestas de futuro. Globis tiene un acuerdo con OpenAI y desarrollan herramientas basadas en la IA generativa, tanto para la parte presencial como para la online, que en su caso es muy importante porque gran parte de la educación ejecutiva es online.

El primer grupo de herramientas que tienen en funcionamiento son aquellas que ayudan al profesorado a preparar las clases. Asegurar una calidad uniforme de todo el profesorado y unos contenidos estándar en todos los grupos de alumnos no es tarea sencilla y le dedican mucho esfuerzo. A cada nuevo profesor se le asigna un mentor que le ayuda en sus primeros pasos, y se aseguran de que las evaluaciones de los alumnos no caigan nunca por debajo del 4,5-5.

En este grupo también tienen herramientas que analizan las carencias en la formación de una empresa y ayudan a construir un plan personalizado. Trabajan mucho en programas de formación ad-hoc para empresas y este es un valor añadido importante para ellos.

Ahora bien, las herramientas más interesantes son las que se dedican al seguimiento del progreso del alumno. Lo hacen analizando las respuestas de los estudiantes y detectando sus carencias, de manera que los participantes en el programa puedan profundizar más en los temas en los que están más flojos hasta alcanzar el nivel deseado.

Ellos creen que la evolución de esta herramienta permitirá acabar con los exámenes y la corrección de los exámenes tal y como los entendemos hoy en día, haciendo realidad el sueño del aprendizaje personalizado.

Obviamente, también disponen de "ChatGPTs", entrenados con el propio material de la escuela, de manera que puedan responder preguntas al estilo de las clásicas tutorías, pero automatizadas.

¿Qué permite todo esto? Algo muy simple pero hasta ahora imposible: el aprendizaje y el seguimiento individualizado y permanente de cada estudiante, asegurando así que adquieran los conocimientos del curso. Y poder hacerlo a un coste muy bajo, con un nivel de escalabilidad infinito.

¿Y los profesores? ¿Son necesarios?

En Globis los alumnos eligen el formato del programa, que puede ser totalmente online, totalmente presencial o mixto.

El presencial permite trabajar habilidades que no es posible desarrollar en el formato online, como discutir en grupos, presentar los resultados de la discusión en clase y consensuar las conclusiones tanto a nivel de pequeño grupo como de grupo-clase. Estas actividades tienen dinámicas diferentes en presencial que en online, y ambas son necesarias.

Sus aplicaciones están disponibles para todos los alumnos en formato web y app, la app es muy popular en toda Asia y es la preferida por los alumnos.

Entonces, ¿cuál será el futuro del profesorado en las Escuelas de Negocios? Seguramente, la clase magistral tal y como la conocemos ya no tiene mucho sentido. Tampoco la evaluación puntual del alumnado. Todo esto pasará a formato online, mejorado, más sofisticado. También el seguimiento individualizado y continuo del progreso de los alumnos será gestionado por software, con un feedback mucho más estandarizado que el actual y probablemente mucho más detallado, cubriendo todos los temas.

El trabajo del profesorado, por tanto, no estará en la transmisión de conocimientos o en la evaluación del alumnado, sino en aquello que es más humano: la parte experiencial de la enseñanza y, obviamente, en la preparación de contenidos y materiales.

Nada de esto es completamente nuevo. Khan Academy tiene en funcionamiento proyectos similares tanto online como en escuelas americanas, en este caso junto al profesorado. El problema con niños y jóvenes es que sigan el programa y mantenerlos motivados. En Globis esto está solucionado en los cursos para empresas, ya que la empresa asegura la motivación de los participantes. También en los cursos individuales, donde se requiere alcanzar unos niveles mínimos para aprobar.

Otra pregunta importante es cómo competirán las escuelas más pequeñas cuando las grandes puedan escalar el número de alumnos y crear una calidad de materiales y software que difícilmente estará al alcance de las más pequeñas. ¿Será como en las Big Tech, donde unas pocas empresas, universidades en este caso, dominen la mayor parte del mercado?

No sabemos la respuesta a estas preguntas. Probablemente tardaremos mucho en conocerla, porque se irá construyendo poco a poco, progresivamente. Lo que está bastante claro, sin embargo, es que quien no juegue este partido, no tendrá opciones de ganar.

¡El futuro no nos esperará!