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Policy Brief | La reindustrialización europea: apuntes sobre el Anteproyecto de Ley de Industria y Autonomía Estratégica
La publicación del nuevo Anteproyecto de Ley de Industria y Autonomía Estratégica supone una oportunidad a la par que un reto. Esta iniciativa responde al retorno de la política industrial a la Unión Europea (UE), a los compromisos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia y a la necesidad de actualizar el marco jurídico industrial español, que data de 1992.
La nueva ley de industria tendrá que adaptarse a nuevos retos (como la doble transición digital y ecológica), nuevos mecanismos de financiación, el creciente papel de las inversiones públicas, el cariz geopolítico y de la defensa en la política industrial, así como la comunitarización de buena parte de las iniciativas industriales en la UE.
Con este informe del Observatorio de Política Industrial Europea (OPIE), EsadeGeo analiza el anteproyecto de ley e identifica la importancia de definir una postura coordinada en Bruselas, así como las carencias del sistema de gobernanza de la industria en España y los desafíos en prioridades, financiación y talento. Además, el informe destaca la necesidad de contar con una visión estatal, de desarrollar una política industrial basada en la ciencia y la capitalización financiera, fiscal, humana, tecnológica y de investigación, y de concentrarse en ecosistemas industriales específicos de alto valor en la cadena productiva para fortalecer la posición de España en Europa. Finalmente, se argumenta que la política industrial supera ampliamente lo que contempla esta nueva ley de industria. La política industrial necesita ir más allá del marco jurídico, que constituye una línea de partida, y también fomentar capacidades económicas, técnicas y de infraestructura, así como de capitalización de recursos. Aunque no puede ser la única herramienta de una política industrial ambiciosa, la nueva Ley de Industria y Autonomía Estratégica supone un elemento indispensable y la base de actuación para alcanzar los nuevos objetivos de la recién anunciada Agenda Estratégica 2024-2029, que identifica la competitividad como elemento central del próximo mandato de la Comisión Europea.