La inversión es la variable que explica el diferencial negativo de la productividad y el crecimiento de la economía europea y española respecto a los EEUU. Su aumento y transformación constituyen un requisito imprescindible para resolver la vulnerabilidad y dependencia exxterior, y para sostener el modelo de vida europeo basado en rentas altas, competitividad, cohesión social y sostenibilidad.