El gobierno corporativo se enfrenta a dos grandes retos. El primero tiene que ver con la complejidad inherente de la toma de decisiones acertadas por la combinación de factores a tener en cuenta y por el adecuado balance entre el corto y el medio plazo. El segundo tiene que ver con el aumento de responsabilidad que asumen los consejeros de una compañía en los marcos regulatorios vigentes. Estos desafíos nos obligan a seleccionar con precisión a los profesionales que integran los órganos de gobierno, ya que estos deben poseer un conocimiento profundo en una amplia gama de temas empresariales, sectoriales, tendencias de mercado, geoestrategia, tecnología, cumplimiento normativo, sostenibilidad y más. Además, deben estar dispuestos a asumir riesgos, una capacidad que no todos los perfiles poseen.