Han pasado diez años desde la masacre de Marikana el 16 de agosto de 2012. En complicidad con la empresa minera Lonmin, 44 personas murieron en lo que ha sido el peor episodio de violencia policial desde el fin del Apartheid. Sin embargo, todavía no estamos cerca de asegurar una reparación completa para las víctimas. El proceso de demandas civiles, enjuiciamientos y servicios de apoyo ha sido fragmentario y, a menudo, insensible a las necesidades de las víctimas. Jordi Vives, colaborador académico del Instituto de Innovación Social de Esade, nos da a conocer los resultados de esta investigación que ha realizado bajo el paraguas del Centre for the Study of Violence and Reconciliation (CSVR) y el Instituto de Ética Empresarial de la Universidad de St Gallen sobre el progreso y las brechas en el logro de reparación y justicia para las víctimas de Marikana, con recomendaciones para un enfoque más integral e integrado para el camino a seguir.

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