Centro de Gobierno Corporativo
Un plan catalizador para la transición climática
Hace años que las cuestiones ESG, sobre todo en su vertiente más sostenible, han ido cobrando fuerza y alcanzando un protagonismo incluso superior al que tuvieron los temas de remuneraciones en su día. Hoy, nadie discute la necesidad de que las juntas de accionistas ejerzan un cierto nivel de control sobre las retribuciones a los consejeros y primeros ejecutivos de las compañías y la necesidad de alinear esas remuneraciones con los intereses de todos los stakeholders. Pero la sostenibilidad y los efectos del cambio climático van más allá de lo puramente empresarial o corporativo. No se trata de una cuestión individual de la compañía y sus stakeholders, sino que se trata de una cuestión global de la que depende la supervivencia de todo el planeta. No cabe duda de que uno de los mayores obstáculos que se ha encontrado la sostenibilidad a lo largo de los años ha sido la falta de conciencia global respecto a los efectos que nuestras acciones tienen en el medioambiente y el impacto del cambio climático. Quizá por desconocimiento o quizá simplemente por no querer verlo, durante mucho tiempo ha sido difícil encontrar que los temas de sostenibilidad estuvieran en el ADN de las propias compañías e incluso de las personas.
Siga leyendo este artículo en línea:
Ver en línea