Desde que en 2019 el fondo TCI iniciara su campaña de activismo con AENA, para impulsar su estrategia de cambio climático y el sometimiento de su plan de cambio climático a votación consultiva de la Junta, el crecimiento de esta campaña ha sido imparable.

La necesidad de que las compañías entiendan, analicen y adopten medidas para mitigar los efectos del cambio climático, no solo a nivel de la propia compañía sino en el contexto de su impacto en la economía global, es ya una exigencia generalizada de todos los actores del mundo corporativo. Los inversores institucionales más relevantes de mundo como BlackRock, Vanguard, Legal & General Investment Management, State Street o Norges, entre otros muchos, hace tiempo que reclaman a las compañías en las que invierten la implementación de planes climáticos claros, alineados con los objetivos del Acuerdo de París, que hagan hincapié en los objetivos de emisiones netas de carbono cero y que puedan ser sometidos al control de la Junta vía votaciones consultivas.