La contaminación en España: sus impactos en la economía y en la salud
Miquel Oliu-Barton, Juan Mejino
8 Oct, 2024
La contaminación (partículas de una serie de sustancias suspendidas en el aire) tiene un efecto negativo sobre la salud identificado científicamente. Presentamos aquí una estimación de dicho efecto para España a partir de datos y modelos de la Agencia Europea del Medioambiente, al que le añadimos un cálculo propio de impacto económico.
Según estimaciones a partir de modelos de la Agencia Europea del Medioambiente:
- Las muertes prematuras en España que pueden asociarse a la contaminación a través de enfermedades respiratorias o cardiovasculares que se habrían evitado en ausencia de estos niveles de contaminación fueron 20.900 en 2021.
- Cataluña y Madrid se desmarcan, con niveles muy parecidos entre sí y superiores al resto en mortalidad asociada a la contaminación: casi un 50% mayor que la siguiente autonomía.
- La mortalidad asociada a la contaminación del aire sigue siendo elevada, pero la tendencia es a la baja desde las 34.000 muertes prematuras de 2007. Si no cambia la trayectoria, España cumpliría con el objetivo de reducción de muertes prematuras por contaminación marcado por la UE para 2030. Cabe resaltar que la progresión es general, pues todas las provincias tienen esa trayectoria.
- Ciudad por ciudad, mostramos que todas las ciudades capitales de provincia han experimentado reducciones de contaminación en concentraciones de PM2.5 del 26% al 63% en este mismo periodo. Ahora bien: aún 20 de ellas no habían alcanzado los niveles fijados por la normativa europea.
En el contexto europeo:
- Comparando los niveles de contaminación de las CCAA con otras regiones del continente equivalentes, aparecen en una posición relativamente buena: mejor que Europa del Este, el norte de Italia o el Benelux, y en niveles comparables a Francia o Alemania, aunque por que Escandinavia o Portugal.
- Para las 16 ciudades de la Unión Europea con más de 1 millón de habitantes, Madrid y Barcelona se encuentran en las posiciones 14 y 8 de contaminación del aire respectivamente.
Utilizando metodologías establecidas en la literatura con base en estimaciones previas de la OCDE y con ciertos supuestos que explicamos en detalle en este brief, calculamos un impacto económico aproximado asociado a las concentraciones de partículas PM2.5, contaminante de mayor efecto sobre mortalidad, entre 2014 y el principio de 2020:
- Si la contaminación estuviera por debajo de los niveles marcados por la OMS como máximos recomendables (5 microgramos por metro cúbico de aire), la economía española podría haber experimentado un crecimiento sustancialmente mayor, hasta del 5% más en el período analizado. Esto es ligeramente inferior al impacto medio estimado en la UE (6%), donde sobresalen Italia (9%) y Europa del Este (10%).
- Pese a reducciones generalizadas en la última década y media, dos CCAA siguen por encima del impacto económico medio nacional: Asturias y Cataluña. Hasta 2027, se espera que este volumen de PIB potencial con menor contaminación se mantenga particularmente elevado en ambas y también en Andalucía.
En la metodología usada por la OCDE, la mayor parte de ese potencial se lograría evitando pérdidas de productividad asociadas a un aumento del absentismo laboral y, en menor medida, por el efecto sobre los ecosistemas.
Es importante enmarcar todo lo anterior en el hecho de que España ha pasado a formar parte del grupo de países en los que el crecimiento del PIB se ha desacoplado de la evolución de las emisiones de partículas PM2.5: desde 2005, las segundas han bajado a casi la mitad mientras que la economía se ha mantenido (con sus ciclos de recesión propios de la crisis bancaria de 2008 y de la pandemia).
Entendiendo a partir de estos datos que reducir la contaminación ofrecería beneficios tanto de salud como económicos, cabe preguntarse cómo podemos destinar recursos de manera más eficiente a tal objetivo. Proponemos:
- Enfocar las medidas y especialmente la inversión en aquellas áreas que presentan un mayor potencial: en España son, el tratamiento de residuos, el sector residencial (sistemas de calefacción) y la industria en general los principales sectores emisores de PM2.5.
- Localizar recursos que se puedan asignar a estos objetivos, considerando la calidad del
aire como un bien público a proteger. Por ejemplo, mediante la progresiva eliminación de las subsidios directos concedidos a los combustibles fósiles, así como una fiscalidad que refleje mejor los impactos negativos aquí explorados.