European Sustainability Reporting Standards (ESRS): los nuevos requerimientos de divulgación ESG para las empresas europeas.
Fernando Gutiérrez del Arroyo González
31 Ago, 2023
La divulgación de información sobre sostenibilidad o ESG supone un requisito previo y un elemento central para el desarrollo de las finanzas sostenibles y la reorientación del modelo económico hacia la sostenibilidad. Sin ella los inversores no pueden distinguir entre aquellas empresas con modelos de negocio más resilientes y sostenibles, ni dirigir fondos suficientes hacia ellas.
La normativa que regía esta divulgación en la UE (la NFRD y su trasposición en España, la Ley 11/2018) no ha conseguido estos objetivos, ya que la información publicada anualmente
por las empresas resulta inadecuada e insuficiente en cantidad, calidad o comparabilidad.
Esto motivó la entrada en vigor a inicios de 2023 de una norma más ambiciosa y exigente: la Corporate Sustainability Reporting Directive (CSRD). En este brief analizamos esta nueva regulación, y los European Single Reporting Standard (ESRS) que la acompañan, que afectará a más organizaciones que la NFRD, pues incluye las de tamaño mediano, las cotizadas (salvo microempresas) y los grupos consolidados externos a la UE con una facturación anual mayor a 150 millones de euros, lo que supone más de 50.000 empresas que generan más de la mitad del valor añadido de la economía de la UE. Su principal objetivo es mejorar la divulgación de la información sobre sostenibilidad de las empresas mediante:
→ Un incremento en la cantidad de información facilitada. Las organizaciones deberán compartir una mayor variedad de elementos relacionados con ESG, que pueden afectar a sociedades en principio no sujetas a CSRD pero que estén en la cadena de valor de la empresa que reporta.
→ Una mejora de la calidad de la información, a través del establecimiento de indicadores y métricas más claras para poder acompañar la información de datos que la respalden.
→ Un aumento de la credibilidad de la información a través de una mayor diligencia debida y la exigencia de verificación externa.
→ La promoción de la homogeneidad de la información. Los ESRS se ha establecido de tal manera que son iguales para toda la UE, sin posibilidad de modificación, aumento o reducción por parte de los países al implementar la CSRD.
→ Una mayor comparabilidad de la información, con un orden y contenido temático igual para todas las organizaciones. Además, se establecen normas para mejorar su conexión con las cuentas financieras y se exigirá una divulgación digital unificada a través de un repositorio centralizado de cuentas (European Single Access Point).
Sin embargo, en su adopción, las organizaciones asumirán mayores costes, controles y burocracia interna y deberán prestar especial atención a los desafíos derivados de la norma.
En primer lugar, tendrán que planificar cómo reportar la información requerida cumpliendo los requisitos de tiempo y forma, así como decidir si continúan utilizando otros estándares voluntarios además de los obligatorios. Para ello, deberán desarrollar nuevas capacidades para ser capaces de gestionar los nuevos requerimientos.
Otro aspecto importante será establecer claramente el método de evaluación de materialidad, es decir, identificar los impactos positivos y negativos en ESG que la organización genera y también los riesgos y oportunidades en este ámbito a los que se expone. Esto es especialmente relevante teniendo en cuenta que la normativa establece qué hay que identificar, pero no cómo hay que hacerlo.
La CSRD también requerirá ajustes estratégicos en el modelo de negocio y gobernanza de las organizaciones para integrar los impactos, riesgos y oportunidades identificados en sus informes ESG, incluyendo las medidas necesarias para generar efectos positivos y prevenir y corregir los negativos.
Además, con los nuevos estándares, se espera que las organizaciones aumenten el nivel de control sobre las empresas con las que contratan, los clientes y las comunidades afectadas a lo largo de toda su cadena de valor, incluyendo así información sobre organizaciones que no están directamente sujetas a la CSRD.
Por último, durante el proceso será necesario integrar a los distintos grupos de interés y mejorar la transparencia interna con la sociedad y el mercado facilitando la labor de los supervisores.
Economista especializado en finanzas sostenibles, regulación ESG y análisis regulatorio. Actualmente, director de control interno ESG en Banco Sabadell. Ha trabajado en el Banco de España, en Solchaga Recio & Asociados y Metyis.
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