Haciendo accesible el ingreso mínimo para quien más lo necesita
Octavio Medina
18 Sep, 2020
EsadeEcPol | Policy Insight
Resumen ejecutivo
El pasado 10 de junio, el Congreso de los Diputados aprobó el Ingreso Mínimo Vital (IMV). Sobre el papel, esta nueva política vendría a reforzar la red de protección en España, históricamente deficiente. Lamentablemente, el despliegue de este plan nacional se está enfrentando a numerosos problemas. En agosto, solo se habían procesado el 19% de las solicitudes y miles de familias con derecho a percibir el IMV no habían podido acceder todavía a sus beneficios.
Para abordar los retos actuales y maximizar el impacto potencial de esta nueva medida, planteamos tres grupos de estrategias concretas a aplicar cuanto antes.
1. Simplificar los procesos y eliminar la burocracia, transfiriendo la carga administrativa del ciudadano al Estado:
- Asegurar un conocimiento generalizado del programa.
- Identificar las cargas administrativas del proceso de solicitud y renovación, y reducirlas en lo posible.
- Ofrecer asistencia gratuita y fiable y orientación a los solicitantes que lo necesiten.
2. Hacerlo accesible y desestigmatizarlo:
- Facilitar el acceso por distintos canales teniendo en cuenta las preferencias y las necesidades de los diferentes grupos de destinatarios (por ejemplo, las plataformas online pueden ser menos accesibles para los mayores de 65 años).
- Garantizar el respeto y la dignidad a lo largo del proceso de solicitud y en las interacciones personales, al objeto de normalizar el recurso del plan y reducir su estigmatización.
3. Llegar directamente a los potenciales beneficiarios y utilizar las redes locales:
- Las poblaciones de rentas más bajas son las que pueden salir más beneficiadas de este ingreso mínimo pero, simultáneamente, son las que están en peores condiciones de acceder fácilmente a él.
- Los gobiernos locales y las organizaciones comunitarias son esenciales para llegar a aquellos colectivos de más difícil acceso; sus datos y su conocimiento cualitativo deben utilizarse para identificar a la población con derecho a percibir esta ayuda y asegurarse de que nadie se queda al margen.
- Contactar directamente a la población destinataria para informarla del derecho que le asiste (e incluirla automáticamente en el proceso de solicitud).