Radiografía del gasto de las familias en material escolar y las becas que ayudan a compensarlo.
Lucía Cobreros Vicente, Ángel Martínez Jorge
25 set., 2023
Ideas clave
→ En EsadeEcpol hemos realizado un nuevo análisis más completo y riguroso que los existentes para analizar el gasto de escolar de las familias..
→ El gasto medio por alumno en material escolar es de 328€ en Primaria, 398€ en la ESO, y 474€ en Bachillerato.
→ Libros de texto y material informático son los responsables principales del gasto y de su aumento por etapa: del 50% del total en Primaria al 70% en Bachillerato.
→ Entre el 20% de hogares con menor capacidad económica, 1 de cada 25€ se dedica a material escolar.
→ El gasto medio en libros se reduce 24,4€ cuando el alumno es becario, pero esta reducción es mayor para las familias de poder adquisitivo medio (casi 40€) y medio-bajo (25€), siendo de casi 0€ para las de menos recursos.
→ Sólo 4 de cada 10 hogares de entre el 20% con menos recursos recibe alguna beca.
→ Las diferencias en la cobertura de becas por comunidad autónoma y etapa educativa son muy considerables, dando lugar a un sistema que no es lo suficientemente progresivo.
→ El gasto medio de un alumno en la red pública es de 282€ frente a los 434€ de la red concertada/privada.
→ Para mejorar el sistema y hacerlo más accesible y eficaz en ayudar a las familias que más apoyo necesitan, proponemos sistemas de préstamo universales de material escolar, y un umbral mínimo estatal de cobertura y cuantía de becas efectivo mediante prestación para hogares de renta baja.
El gasto en material escolar que realizan las familias es un tema recurrente cada septiembre. Sin embargo, la mayoría de los estudios existentes utilizan bien muestras sesgadas o supuestos muy poco realistas. En EsadeEcPol hemos estimado el gasto de las familias en estos bienes (libros de texto, material informático, uniformes, papelería, y otros) de forma rigurosa y mucho más profunda, gracias a la fusión de la Encuesta del Gasto de Educación de los Hogares (EGEH) y la Encuesta de Presupuestos Familiares (EPF), ambas del Instituto Nacional de Estadística (INE).
Como es normal en una economía con inflación, cada nueva vuelta al cole es la “más cara de la historia”. Pero eso no implica que el peso del gasto en material sobre el gasto total de los hogares vaya a situarse en máximos históricos. De hecho, comprobamos que, desde el verano de 2020, el IPC general ha crecido muy por encima de la mayoría de los productos que componen el material escolar, por lo que se ha reducido el peso de estos materiales en el total en el presupuesto de los hogares.
El gasto medio por alumno en material escolar varía enormemente según la etapa educativa, pasando de 100€ por alumno en el 1er ciclo de Infantil a 328€ en Primaria, 398€ en ESO, y culminando en 474€ en Bachillerato.
El factor que más contribuye al incremento del gasto por alumno entre etapas educativas son los libros de texto y los productos informáticos, que suponen más de la mitad del gasto a partir de Primaria y llega hasta un 70% en Bachillerato.
Las diferencias entre comunidades autónomas y redes de centros son menores que las diferencias por nivel educativo:
- El gasto de los hogares por alumno alcanza su máximo en la Comunidad de Madrid con 396€ de media por alumno frente a los 255€ en Andalucía.
- El gasto medio de un alumno en la red pública es de 282€ frente a los 434€ de la red concertada/privada, diferencia explicada por un mayor gasto en libros de texto y uniformes escolares.
- La capacidad económica del hogar también influye, tanto en el gasto absoluto como en el peso que este tiene sobre el gasto total del hogar. Entre el 20% de hogares con menor capacidad económica 1 de cada 25€ se dedica a material escolar.
Las becas y ayudas parecen ser un buen aliado para sufragar estos gastos: estimamos que es un 27% más probable que un alumno no gaste nada en libros si recibe alguna beca, y que el gasto medio en libros se reduce, de media, en 24,4€ por alumno si el alumno es becario. Pese a esto, encontramos un sistema que no cubre los gastos básicos de los hogares más vulnerables en las etapas de educación obligatoria y Bachillerato, ya que estimamos que sólo cuatro de cada diez hogares con menor poder adquisitivo (quintil 1) reciben alguna beca. Además, vemos que los efectos distan de ser tan progresivos como sería deseable: el efecto reductor de gasto es más alto entre las familias de poder adquisitivo medio (unos 40€) y medio-bajo (25€), pero es de prácticamente 0€ entre las de menor poder adquisitivo.
El sistema está además fuertemente fragmentado territorialmente según nuestro análisis de los datos del Ministerio, con tasas de cobertura y sistemas muy variables entre autonomías: algunas equilibran cobertura vía becas y sistemas prácticamente universales de préstamos de material (Andalucía, Comunidad Valenciana); otras se apoyan mucho más en los segundos (Cantabria); y otras condicionan todo a criterios de renta que producen resultados de cobertura media o baja (Aragón) por ser notablemente restrictivos.
Las becas cubren más en Bachillerato que en Primaria y, especialmente, que en la ESO, donde la tasa de cobertura que estimamos es de un 14%. Esto está compensado por una alta cobertura en Secundaria Obligatoria de ayudas para libros (54%), pero cabe preguntarse si esto es ideal y suficiente para la etapa tras la que se produce el frecuente fracaso escolar español.
Para mejorar el sistema de becas y ayudas, necesitamos, antes que nada, garantizar datos accesibles y de calidad que permitan la evaluación de políticas educativas. Con objeto de hacer el sistema más accesible, eficaz y justo, proponemos:
- Establecer sistemas de préstamos de material escolar universales en las etapas obligatorias en la red pública y concertada.
- Para todos los gastos que no formen parte de esa categoría, es necesaria una mayor cobertura y cuantía de becas para las familias más vulnerables en todo el territorio, que puede lograrse estableciendo un umbral mínimo obligatorio que todas las comunidades autónomas deban respetar, ejecutar, y, si así lo deciden, ampliar. Un buen punto de partida para mejorar la tasa de cobertura de becas entre las familias con menores y bajos ingresos sería concederlas de oficio si reciben el IMV, lo que requeriría de la coordinación entre administraciones.
- Agilizar el resto de procesos administrativos e informar y apoyar en los procesos de solicitud a las familias con menos recursos, más susceptibles de verse afectadas por asimetrías de información.
Economista enfocada en educación, con interés en salud, género y competencia. Grado en Economía por la Universidad de Cantabria, Master en Economía Industrial y Mercados (UC3M).
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